martes, 1 de febrero de 2011


Dos películas vistas en el término de tres semanas (pocas, pero muy buenas): "Como una imagen" de Agnès Jaoui y "Conociendo a Julia" de Istvan Szabo.
La primera ambientada en la Francia de hoy, muy al primer mundo, se ve que hasta allí llegan las malas influencias, donde todo lo que se puede mostrar es éxito; a veces no importa como se consiga y también la exclusión, para quien el aspecto físico no coincide con lo que se considera bello, que es el caso de la chica protagonista del film de Agnès Jaoui.
Sin tremendismos y golpes bajos, con un "happy end" que no choca en absoluto, ya que la película mostró todo en ese desfasaje de imagen y contra-imagen no ajeno al mundo, para algunos, de bienestar y consumo. Excelente guión, actuaciones, marcación de roles y música coral sublime. ¿Qué más se puede pedir?
"Conociendo a Julia", una coproducción de Inglatera-Hungría, tiene muchos puntos de contacto con la anterior. Es el problema, que enfrenta una actriz, ya pisando el ocaso y su lucha por permanecer; cuando todo le juega en contra: juventud, arribismo y un todo vale de las estrellitas en ascenso. Un trabajo impresionate de Annette Bening, con ese "glamour" que sólo puede desplegar una actriz de gran talento. El guión basado en una novela de Somerset Maugham (un escritor sin razón opacado, sobre todo en esta actualidad de novelas mediocres, pretendidas como buenas y donde los cánones están a la orden del día) fue un buen sostén para este film en que la protagonista, hacia el final, se autodescubre mientras actúa.
El cine europeo, resiste esta andanada de violencia gratuita, efectos especiales y vacuidad que nos ofrece Hollywood que, desgraciadamente, maneja el mercado.
J. C. Conde Sauné

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