jueves, 15 de marzo de 2012

Simenon, sigue siendo una atracción para mí. Encuentro en sus novelas, mucho más de lo que me ofrecen ciertas novelas actuales, en la literatura francesa. Donde, supuestamente, allá y aquí, innovar significa no decir nada. Oralidad insípida, sin cafeína.
"La esclusa nº 1" de Georges Simenon, nos ofrece una certera radiografía, de parte de la sociedad burguesa. Acumula dinero, basurea a las escalas sociales de más abajo y llegado el caso, también mata. Todo eso, puede llegar a ser Emile Ducrau, dueño de embarcaciones y explotación aledañas. Gassin, un empleado suyo, antes su amigo, cae bajo sus garras. El omnipotente Ducrau lo puede todo, pero ante un intento de ser asesinado, interviene el comisario Maigret. Intuitivo y con escasas pericias policiales, hace su juego. El que más le gusta, agarrar al ratón, ya sin fuerzas para escapar. Para escribir todo el entorno de esta novela, Simenon necesitó menos de 200 páginas. Fiel a la tradición de la literatura francesa; lo nuevo es su visión de esta burguesía arribista, que constituye el poder del dinero. Très bien.
J. C. Conde Sauné 

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