Un sabio rasta decía: "nos han arrancado del África, pero no han podido arrancar el África de nuestros corazones". Ésto lo leí en la revista "Le nouvel observateur", a propósito del comentario de unos conciertos de jazz organizados por el Musée Dapper de Francia. Es cierto, la cultura negra ha podido sobrevivir a través del jazz a pesar de la influencia europea. Además, muchos músicos afro-americanos han viajado al África buscando sus raíces, tal es el caso del fallecido Art Blakey. Yo creo que ninguna raza, como la negra, ha sido tan perseverante y obstinada por preservar su cultura, aún, a veces, haciendo concesiones y con represión. Y está no sólo en el jazz, sino también, por ejemplo, en las memorables novelas de Toni Morrison o el cine de Spike Lee. Alfred Lion, el creador del sello discográfico "Blue note", gran difusor de la música de jazz, siempre comentaba que debería tener algún antepasado negro por gustarle tanto el jazz. A veces, yo me pregunto lo mismo, cuando leo este recorte del "Nouvel observateur" que tenía guardado.
J. C. Conde Sauné
J. C. Conde Sauné
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