viernes, 8 de abril de 2011

Vimos "Hierro 3", una película de Corea del Sur, dirigida por Kim Ki-Duk y salimos del cine reconfortados; porque todavía, a pesar de cierta degradación que sufre, últimamente, el 7º arte se siguen haciendo muy buenas películas. El film narra la vida de un joven universitario, sin empleo, que ocupa casas de dueños ausentes, temporariamente, por causas varias. En una de ellas, conoce a una mujer casada con un marido golpeador, al que abandona para seguir al "ocupa" como le decimos nosotros. Caen presos y la mujer, liberada, vuelve con el marido. La policía tortura al muchacho "ocupa" para que confiese, un supuesto crimen que él no cometió. Después todo se aclara y es dejado en libertad y busca nuevamente a su amada. Sucintamente, esa es la trama. Pero sorprende el cambio que se opera en la mujer, al conocer a este hombre; antes con un autoestima devaluada y ahora de firmes convicciones. También la personalidad y espiritualidad del joven, para soportar la desventura de no tener un porvenir a la vista. Con este argumento eficaz, Kim Ki-Duk realiza una película maravillosa en muchos aspectos: el formal, el interpretativo y en la economía de recursos expresivos para esa trama sencilla, pero bien realizada.

J. C. Conde Sauné

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